La princesa no hacía más que bostezar e, inútilmente, el rey trataba de contentar a su hija con todo lo que tenía a su alcance.
En una sociedad amenazada por el consumo, conviene que no olvidemos la importancia de las relaciones humanas y de los juegos para establecer lazos afectivos.
2º PREMIO MEJORES ILUSTRACIONES 2006 LIBRO INFANTIL Y JUVENIL MINISTERIO DE CULTURA.