Publicada por entregas en el periódico Niva hace ahora ciento veinte años, Resurrección (1899) no solo es la última novela aparecida en vida de Lev Tolstói sino también la tercera en ambición del escritor ruso, tras Guerra y paz (1869) y Anna Karénina (1877). Cumplidos los sesenta años, Tolstói ya no era el mismo y su preocupación por la búsqueda de una sociedad más justa se había acentuado cuando abordó en Resurrección las contradicciones de la aristocracia rusa y sus privilegios sobre la población campesina, que vivía prácticamente esclavizada. Poco antes de casarse con la hija de un noble, el joven noble Nejliúdov, que incorpora rasgos autobiográficos de su autor, asiste como jurado al juicio contra la que fuera un amor de juventud, Ekaterina Máslova, condenada por envenenamiento a una cárcel siberiana. El remordimiento le llevarán a plantearse las relaciones de los poderosos con los más humildes y la incapacidad de estos para defender sus derechos.